Lord Simon Morton-Blake, un guapo aristócrata inglés, no quería tener una relación seria con nadie en Australia, y menos aún con una madre soltera como Kate Petherbridge. Pero Simon no pudo negar la atracción que sentía por Kate, una mujer llena de vida, ni decirle que no cuando le ofreció su casa para alojarse. En contacto con la alegre familia de Kate, los rígidos modales de Simon se fueron suavizando poco a poco. Simon nunca había formado parte de una familia feliz, pero comenzaba a darse cuenta de que ya había una dispuesta para él.