La heredera Martha Antonides se quedó de piedra al llegar a la mansión que su familia tenía desde hacía generaciones en la isla de Santorini y descubrir que el millonario Theo Savas se había instalado en ella. Obligados a estar bajo el mismo techo, Martha y Theo se dejaron llevar por la pasión y comenzaron una ardiente aventura. Theo jamás se casaría, por lo que Martha sabía que lo mejor sería irse de allí, pero su corazón y su cuerpo no parecían dispuestos a obedecer a su cabeza. Ya fuera como esposa o como amante... era suya y sólo suya.