Vicent recrea en La novia de Matisse una realidad fascinante: el mundo del coleccionismo de arte, llenos de brillos y miserias, prestigios ciertos y amaños fraudulentos...
Luis Bastos, coleccionista de arte, ha organizado una reunión para exhibir el recién adquirido cuadro de una mujer desconocida pintada por Picasso. Entre los invitados se encuentran banqueros, artistas, un crítico de arte y algunos amigos con sus esposas o amantes.
Míchel Vedrano, el vendedor del cuadro, recibe una propuesta de su cliente: acostarse con su esposa Julia, una mujer que no tiene más riqueza que su extraordinaria belleza. Bajo su aparentemente espléndido cuerpo padece, según los médicos, leucemia aguda y le quedan sólo tres meses de vida.
«El mundo de los pintores, de los marchantes, de los coleccionistas y ladrones de cuadros, compone un laberinto fascinante regido por el poder de la belleza que puede salvar o destruir a cualquieramante. Ésta es la historia de una pasión por la estética. Pero el arte también arrastra maleficios, sobre todo cuando obligan a vivir a la altura de su seducción.»
Manuel Vicent