Cuando Ricardo Blanco recibe la visita de Niágara Caballero denunciando el secuestro de su padre, un fotógrafo retirado, el detective está lejos de imaginar las implicaciones que esa desaparición lleva consigo. Comenzará una lucha desaforada por encontrar con vida a Humberto Caballero y mantener el ánimo de su hija, pero lo que se inicia con una simple búsqueda deriva en una maraña de complots y desencuentros que desemboca en una guerra entre colombianos y libios.