He llegado a mi límite. Y ahora no me detendrán, no podrán. Con el Devorador de Almas a las puertas de convertirse en una deidad, es el momento de tomar una decisión definitiva, aunque eso signifique perder todo lo que amo. Aunque eso signifique perder mi vida. Tengo mucho poder de mi lado, y algo con lo que no sabía que podía contar en un principio. Pero no es nada comparado con el ejército de no muertos que el Devorador de Almas está reclutando. Y el tiempo se acaba. Dicen que el bien siempre triunfa sobre el mal. Espero que sea verdad, porque tenemos todas las de perder y el destino del mundo está en nuestras manos.