En las siguientes páginas, se narra el periplo que sufre en sus propias carnes Papitu, un anciano octogenario que en los últimos años de su vida, -por un fatídico malentendido-, ve como su nieta La Niña Mary, tiene un percance en las escaleras de casa, que la llevará al coma más profundo durante casi un año. Pese al desazón y pesimismo que percibe de los médicos, el desamparo que vive La Mary de padre desconocido y una madre carente de sensibilidad materna relegada a un segundo plano en el seno familiar, el perseverante abuelito, coge la riendas de la situación y velará noches enteras en busca del vademécum, que de nuevamente la vida a su queridísima nietecita, su cielo, su corazón, su tesoro.