A través de tres generaciones, gran parte del mundo y un siglo completo, La nieta de la maharaní es la historia real de cuatro mujeres admirables. La primera de ellas es Anita Delgado, una bailaora de flamenco malagueña que con 17 años contrajo matrimonio con Jagatjit Singh, el Marajá de Kapurthala, en India. Laila, una bella e impetuosa mujer libanesa, independiente y adelantada a su tiempo; Zahra, su hija, quien cometió el terrible error de enamorarse de Ajit Singh, el hijo de Anita Delgado y el marajá. Y por último, Maha, la narradora de la historia y la hija fruto de la relación entre Zahra y Ajit, que a los 41 años descubrió sus ancestros indios y españoles por pura casualidad, cuando se decidió dedicarse de lleno a una pasión que le hervía en la sangre: el flamenco. Y así completó el círculo de esta historia que permite viajar desde España hasta Delhi y desde Delhi de vuelta a Sevilla, cien años después.
Maha Akhtar ha cerrado un ciclo de un siglo: hablamos de Anita Delgado (su abuela española, aquella bailarina que se convirtió en princesa india), hablamos de los bailes del norte de India y de su conexión con palos del flamenco (ella baila los unos y los otros), hablamos de periodismo. Ella encarna, por genes y pericias, la globalidad de nuestro mundo.
Víctor-M. Amela, La Vanguardia.