La filósofa Michela Marzano reflexiona en este ensayo, iluminador a la vez que terriblemente inquietante, acerca de estas macabras prácticas, y nos insta a tratar de entender por qué la muerte se ha convertido ya en un espectáculo buscado y deseado en las pantallas del ordenador. La creciente anestesia que sufrimos todos ante el dolor ajeno, el odio que se advierte en tantos foros de internautas y la «indiferencia ante la barbarie» que se dibuja en el Occidente contemporáneo plantean graves interrogantes sobre las coordenadas éticas de nuestra sociedad.