La presente obra de Evelyn Underhill, uno de los tratados clásicos sobre mística, busca restaurar, en palabras de su autora, el viejo significado de la mística como «ciencia o arte de la vida espiritual». Su valor estriba tanto en la riqueza de su documentación como en la claridad y seguridad de sus intuiciones y tesis fundamentales, que hacen de ella una introducción imprescindible.
La primera parte del libro delimita el «hecho místico» en su relación con la metafísica, la psicología, la teología, la magia y el simbolismo. La segunda parte, más extensa, expone el desarrollo de la conciencia espiritual en la vía mística, adentrándose en sus principales temas el despertar del yo, su purificación, las voces y las visiones, la introversión, el éxtasis y el arrebato, la noche oscura del alma y la vida unitiva a través de la lectura de Eckhart, Teresa de Jesús o Juan de la Cruz, entre otros. El apéndice proporciona un bosquejo histórico del misticismo europeo, desde los comienzos de la era cristiana hasta William Blake.