«Y es que hay hombres que son como paisajes que no se cansa uno de admirar. Hay en ellos praderas y campos de trigo, miles de cambios de luz. Y nubes, grutas y cascadas. Todo eso en una solo cuerpo, en una mirada.»
Los ojos azules, casi transparentes, de Rita, la madre, y su costumbre de segar la hierba del jardín con un vestido rojo muy ceñido y zapatos de tacón. Ojos como la tierra, recios, los de su padre Horacio, que llena el mundo con su sonrisa lenta y franca. Y la mirada inquietante de Elba, una niña que al principio vive con su familia en un pequeño pueblo alemán y luego en una oscura ciudad española.
Solo los fines de semana y los veranos los ojos de Elba se llenan del verde del campo. Allí cada año aparece Jan, el chico de iris color avellana, siempre rodeado de libros y de cajas de pintura. Y un buen día, de pronto, nace algo hondo, que une estas seis piezas en una sola historia donde las miradas de Elba y Jan se persiguen y sus cuerpos casi se tocan en los recodos de un río, en los pasillos de un hospital, a las puertas de un campamento militar o en las calles de Roma.
Sueños, quizá imposturas, hilos delgados que recorren La mirada de los Mahuad y seducen al lector con las armas de la buena literatura.
Reseñas:
«Berta Vias Mahou sabe que en el fondo se trata de decir la verdad. Adoro su valentía y también la extraña lucidez de sus narraciones.»
Enrique Vila-Matas
«Un lenguaje que es un prodigio de contención y que viene impregnado de la nostalgia de un léxico desaparecido. [...] Una escritora tan inteligente como dueña de su oficio.»
Manuel Rodríguez Rivero, Babelia
«La escritura de Berta Vias Mahou es un prodigio de inteligencia y sensibilidad, propio de una gran narradora.»
José María Guelbenzu, El País