«Daniel Bustelo es de aquellos que saben que la disidencia, el conflicto e inclusive la violencia son la materia oscura imprescindible para la vida, son la fuente de la tensión que precisan los humanos para relacionarse y formar sociedades. Gran parte de este libro está dedicada a analizar con inigualable maestría cómo las emociones se `arropan? y cómo el mediador puede formarse para hacerlo. Recalco ese verbo `arropar?: Bustelo le da mucha importancia y con razón, ya que da cuenta de que las emociones no se suprimen ni se controlan, sino que se desenvuelven, se cuidan, se acunan, se modulan, se `arropan?. Y en ellas está la fuerza de la mediación». Eduardo Cárdenas «la auto-composición resulta muy importante y es por eso que hemos pretendido con este trabajo traer cuestiones referentes a que no todo es auto-composición y que no hay sistemas principales y otros alternativos. Todos serán adecuados en función de sus características, posibilidades de las partes, cultura en la que se gestan, desarrollan y resuelven el conflicto y mil variables más que determinarán en cada caso cuál usar. La mediación es sólo uno de ellos, pero no todos son mediación»