A Brais Rodríguez, ganador del premio Injuve 2010 en el apartado de cómic e ilustración, y del premio Castelao 2010 por La mano del diablo que ahora se publica, le interesaba hacer una historia bélica, donde los protagonistas, que deben penetrar en un lugar ajeno a ellos y completar una misión, demuestran pasividad moral en sus violentas acciones, masacres ante las que ni siquiera revelan un ápice de piedad.
Con un dibujo en blanco y negro que dota de dinamismo a la lectura, el autor coruñés plantea una narración marcada por escenas elípticas tendente a evitar una explicación constante de los sucesos y que busca la colaboración del lector en la interpretación de la historia; asimismo, le resultó interesante darle un papel antagonista a la naturaleza, al azar y al destino: La intención fue que, en el viaje de los soldados, sus enemigos (muy débiles, pero existentes) y el entorno pusiesen en tela de juicio su comportamiento y sus actos, confiesa Brais Rodríguez.