Argumento de La Librería Quemada
Encuadernación: Rústica
Colección: Candaya Narrativa; 30
Querido lector, si alguna vez ha envidiado trabajar en una librería, si piensa que un librero posee una cultura que abarca desde los presocráticos hasta la nanotecnología y se pasa todo el día leyendo detrás de un mostrador, si es de los que huele los libros al pasar las páginas, si ha sentido la tentación de robar porque el dinero no le alcanzaba para llevarse todas las novedades, si cree que uno de los mejores sitios para ligar son las estanterías de narrativa extranjera, si lo han maltratado en una de esas grandes superficies donde cada día hay menos libros y más artículos de merchandising, si sospecha que una librería es un espejo de la sociedad y que la autoayuda es una de las mayores amenazas contemporáneas, usted tiene la obligación de leer esta novela.
Sergio Galarza cierra su trilogía sobre Madrid con este ácido y entrañable retrato de un grupo de libreros que mientras se esfuerzan por recomponer sus propias vidas rotas por el tedio, las claudicaciones y la desesperanza, se enfrentan diariamente a situaciones tan absurdas como tener que explicar a los clientes que los libros no se catalogan por colores y que los ascensores de la librería además de bajar, suben. Ahora deberán tratar de sobrevivir también a los despidos cada vez que bajen las ventas o a las nuevas y disparatadas políticas de mercadotecnia en un sector que vive una gran transformación y que no es ajeno a la crisis del país.
En La librería quemada todo arde. Dicen que los libros arden a 451 grados Fahrenheit, ¿pero alguien sabe a qué temperatura arde un librero? 0