Ambientada en la Nueva Inglaterra de los puritanos del siglo XVII, La Letra Escarlata narra el terrible impacto que un simple acto de pasión desencadena en las vidas de tres miembros de la comunidad: Hester Prynne, una mujer de espíritu libre e independiente, objeto del escarnio público; el reverendo Dimmesdale, un alma atormentada por la culpa, aunque digno de la estima general; y Chillingworth, un ser siniestro, cruel y vengativo, que maquina en la sombra.
Para despertar el horror, Hawthorne no recurre ni a la violencia, ni al crimen, ni a cualquier otro recurso tópico del género, sino que desciende al pozo de la psicología humana para observar las horribles bestias que reptan y se alimentan en la jaula de la conciencia. En definitiva, una obra que explora el sentimiento de culpa, la fuerza que se devora a sí misma.