Ambientada en la Nueva Inglaterra de los puritanos del siglo XVII, La letra escarlata narra el terrible impacto que un simple acto de pasión desencadena en las vidas de tres miembros de la comunidad: Hester Prynne, una mujer de espíritu libre e independiente, objeto del escarnio público y condenada a llevar en su pecho la «A» de adúltera; el reverendo Dimmesdale, un alma atormentada por la culpa, aunque digno de la estima general, y Chillingworth, un ser siniestro, cruel y vengativo, que maquina en la sombra.
La letra escarlata (1849) es la Norteamérica que comienza a hablar inglés y más tarde se llamaría Estados Unidos. Es Nueva Inglaterra, una costa pobre, fría, asediada por los indios, las tormentas y una manera dura de relacionarse con Dios. En la obra aparecen muchos de los temas tratados en los relatos de Hawthorne, pero esta obra se manifiesta como la mejor construcción narrativa de su autor, y muchos la destacan como la mejor novela norteamericana del siglo pasado.