En la calma de una agradable noche de verano, una rana y un sapo contemplan el espectáculo de un cielo estrellado. Cautivados por el misterio de ese inmenso espacio de luz y oscuridad, se preguntan: <<¿Cómo es posible que haya tantas estrellas?>>, <<¿qué son realmente esos puntos brillantes que nunca se apagan?>>. A este diálogo se suman pronto un búho y un pato, que se plantearán nuevos interrogantes.