Los avatares de la primera entrada de una hueste conquistadora en el río Orinoco en busca del Reino de Meta, una de las versiones del fabuloso Eldorado, fueron descritos por Juan de Castellanos en sus Elegías de varones ilustres (Elegía XI). Jerónimo de Ortal, nombrado por el Emperador Carlos Gobernador de Paria (1534) establece banderín de enganche en Sevilla y Juan de Lora, un inocente mocete, se ve, a través de pícaras artes, enrolado en la expedición. Este Juan de Lora, protagonista de la historia, es el único personaje de ficción que aparece en la misma. Los demás están citados por Juan de Castellanos en los siete Cantos (403 octavas reales) que dedica a esta aventura. La obra se trata, pues, de una novela histórica, pero elaborada con fidelidad a la crónica originaria, a la que aporta la descripción de paisajes y ambientes y los detalles físicos, personalidades y modos de conducirse de los hombres y mujeres que participaron en aquel intento exploratorio, y también de los indígenas con los que lucharon o pactaron a través del mismo. En su jornada indiana, Juanillo de Lora se ve encuadrado en una camarada de chapetones (novatos) y baqueanos (veteranos). La novela narra la recluta de efectivos, la organización de la empresa, la travesía del Atlántico, los preparativos de la entrada, el desarrollo de ésta y su desenlace final. A lo largo de tal proceso el protagonista va descubriendo la amistad, el sacrificio, el valor y el amor, y se enfrenta a la violencia, a la inacción y a la traición.