La obra intenta demostrar la relación existente entre, por una parte, la individualización y, por la otra, los derechos fundamentales y el empleo remunerado del individuo en un contexto de contradicciones sistémicas como, por ejemplo, las estructuras familiares, que presuponen y hacen efectiva la desigualdad entre hombres y mujeres. Y, en fin, la interesante conclusión del libro es que ya no es posible la sociología como rechazo institucionalizado del individualismo.
Es éste un libro sólidamente argumentado y de lectura obligada para todos los interesados en la sociedad de riesgo en particular y en la sociología, las ciencias políticas y los estudios culturales en general.