Este libro es fruto de un diálogo franco y profundo con Maria Voce, actual presidenta de los Focolares.
Tal como percibirá el lector, sus respuestas sorprenden por sus análisis novedosos, su atrevida apertura y sus sabrosos pronósticos sobre la Iglesia y el mundo de hoy.
¿Qué significa para ti suceder a una gran figura como Chiara Lubich?
¿Por qué los focolarinos hablan más de «amor» que de «verdad»?
Los Focolares ¿son de derechas o de izquierdas?
¿Cómo encajáis las críticas?
¿Crees que haría falta un nuevo concilio?
¿Se puede dialogar con personas de distintas convicciones sin hacer proselitismo?
Habláis mucho de fraternidad, pero ¿qué hacéis por la libertad y la igualdad?
¿Hay que tener miedo del islam?
¿Qué tiene que ver la Trinidad con la vida cotidiana del creyente?
¿Se puede decir que el Movimiento de los Focolares se anticipó al Vaticano II?
¿Tiene la mujer la misma capacidad de gobierno que el hombre dentro de la Iglesia?
¿Ha llegado la hora de dar confianza a los laicos en la Iglesia?
¿Qué significa para ti gobernar un movimiento en el que hay cardenales y obispos, en un tiempo en que dicen «la mujer sigue contando muy poco en la Iglesia y fuera de ella»?
¿Se han dado casos de pederastia en el ámbito del Movimiento?
¿Cómo te imaginas la Iglesia en un futuro no lejano?
Maria Voce:
Abogada y con estudios en teología y derecho canónico, Maria Voce nació en Aiello Calabro (Cosenza, Italia) en 1937.
Como miembro del focolar desde 1963, pasó por Sicilia y luego 10 años en Turquía, donde desarrolló el diálogo ecuménico con el entonces patriarca de Constantinopla, Demetrio I, y su actual sucesor, Bartolomé I, y también un «diálogo de la vida» con los fieles del islam en un ámbito de amplia mayoría musulmana.
Colaboró directamente con Chiara Lubich en su secretaría personal durante años y, entre 2002 y 2007, en particular en la actualización de los Estatutos Generales del Movimiento.
El 7 de julio de 2008 es elegida presidenta del Movimiento de los Focolares por su Asamblea General.
Su presidencia se caracteriza por el compromiso de «dar prioridad a las relaciones» y favorecer una «cultura de la confianza» como camino hacia la fraternidad universal, el sueño de la fundadora.
Ha sido recibida varias veces en audiencia por el papa Benedicto XVI, y en octubre de 2008 participó e intervino en el Sínodo de los Obispos sobre «La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Igle-sia».
El 24 de noviembre 2009 fue nombrada por Benedicto XVI consultora del Pontificio Consejo para los Laicos, y el 7 de diciembre 2011, consultora del Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización.