Este libro ofrece la predicación de una mujer Profeta, es decir, alcanzada por Dios que siente, ve, oye y habla desde el corazón y la mirada de Dios. Como profeta, Juana actúa no desde el poder de la institución sino desde la debilidad del carisma. Es una contemplativa que vive una profunda experiencia de Dios. Es una catequista que expresa su vivencia, con multitud de ejemplos, figuras y símbolos que cautivaron al pueblo sencillo, a sus hermanas religiosas y a grandes personajes que acudieron a escucharla al monasterio. Juana predica para fortalecer la fe al pueblo.