Walter Néspolo, un escritor de novelas de detectives, recibe un encargo diabólico: escribir un libro que devore a su creador. Rechaza el encargo pero la idea cala en él hasta tal punto que irán apareciendo por su vida los personajes de ese libro maldito.
Uno de ellos, un asesino llamado Mr. Wilfort, lo perseguirá de tal modo que el escritor llegará a sospechar que está compartiendo un argumento con él. Atenazado por la duda, Walter Néspolo intentará esclarecer la verdad y obtener la respuesta a la cuestión que le obsesiona: ¿quién escribe nuestra historia?
Fernando Trías de Bes plantea en La historia que me escribe un perverso juego que arrastra al lector a participar en un dilema paradójico, ¿existe una frontera entre la realidad y la ficción?, y le obliga a leer cada página con la misma atención con que se examinan los dibujos de Escher: sin poder apartar los ojos de cada giro de la inquietante trama.