En esta obra, un grupo de medievalistas realiza un balance de la enseñanza de la Historia Medieval en las aulas de los institutos de secundaria a través de uno de los principales materiales a disposición de los profesores: los libros de texto. A través de ellos, se trata de constatar qué tendencias están presentes en la docencia de la historia medieval en la enseñanza secundaria, y si esa Historia responde a la renovación de las tendencias historiográficas y docentes de los últimos 30 años.