Este volumen es el resultado del deseo común de un grupo de amigos de ofrecer un texto, el texto que cada uno ha juzgado oportuno, a un eminente profesor de la Universidad española; un profesor al que, ciertamente, la edad ha jubilado, pero que en absoluto ha dejado, y no solo por su actual condición de Emérito, de mantenerse en activo; un maestro del pensamiento cuyo recorrido intelectual ha suscitado en esos amigos suficiente atención y simpatía como para avenirse a participar en esta tarea de reconocimiento. El profesor en cuestión es Félix Duque; un nombre que cualquiera que haya mínimamente seguido las aventuras filosóficas europeas de los últimos decenios, incluidas las españolas, sin duda habrá de reconocer de inmediato. Pues se trata de alguien que ha practicado con éxito todas las artes que se supone ha de frecuentar un universitario de primer rango, un transmisor crítico del saber, un investigador de vanguardia: el profesor Félix Duque, en efecto, no solo ha ocupado multitud de estrados, universitarios o no, multitud de aulas y de salas, universitarias o no; también ha dedicado no pocas horas a ofrecer al investigador traducciones y ediciones, tan rigurosas como útiles, de textos clásicos de la filosofía; y ha encontrado tiempo, además, para ofrecer una panorámica monumental de esa aventura crucial del intelecto que fue el idealismo alemán brotado de la crítica kantiana. Pero tampoco se ha detenido ahí una actividad como la suya, infatigable y paciente aunque también a las veces, cómo no, relampagueante. Y así, Félix (que es como le conocemos sus amigos), no ha vacilado en poner su ordenador al servicio de cuestiones estéticas, y políticas, y ciudadanas, como tampoco ha dudado en embarcarse, cuando la ocasión lo requería, en alguna polémica de fuste; intervenciones hechas siempre en el contexto de un análisis poderoso, y en absoluto complaciente, de las muchas tradiciones difíciles que heredamos los europeos.