Entre 1958 y 1976, Kapusciñski estuvo en las zonas más conflictivas del planeta como corresponsal de la agencia de prensa de Polonia. Así cubrió, por ejemplo, los levantamientos en el Congo de 1960, el golpe en Argelia de 1965 y la guerra del fútbol, cinco días de cruentas luchas y saqueos entre Honduras y El Salvador, cuyo aparente motivo fueron una serie de partidos de fútbol entre equipos de ambos países que buscaban clasificarse para la Copa del Mundo. En el Congo tomaron a Kapusciñski por espía, y estuvo a punto de ser ejecutado. En Nigeria tuvo que escapar de las tropas rebeldes por remotas carreteras, tras ser apaleado y robado. El resultado de las experiencias de uno de los más inteligentes cronistas contemporánea. Un libro tan inclasificable como otros de su autor, notable combinación de autobiografía, testimonio y reportaje.
Su mayor interés es que nos revela tanto sobre el autor y su forma de escribir como su primer libro nos reveló acerca de Haile Selassie (Patrick Marn-ham, New York Times fieview of Books).
Kapusciñski es una de las figuras prototípicas de este siglo, el disidente errante que está siempre del lado de la liberación, pero que debe encontrar la manera de burlar a los censores (Christopher Hitchens, Newsday). Kapusciñski trasciende los límites del periodismo y escribe con el vigor narrativo de un Conrad, un Kipling, un Orwell (Blake Morrison, Bookseller). La guerra del fútbol es ¡Noticia Bomba! Reescrita por Hemingway, y debe figurar en toda antología de escritos sobre la guerra (The Listener). Kapusciñski es el extraordinario nigromante del reportaje moderno y La guerra del fútbol es un espléndido ejemplo de su magia (John Le Garre).