Florencia, Palazzo Vecchio. Tras el fresco de La batalla de Marciano, pintado por Giorgio Vasari, un grupo de científicos e investigadores encuentran La batalla de Anghiari, obra perdida de Leonardo da Vinci. Madrid, Museo del Prado. Se descubre que en su fondo pictórico se encuentra una copia de La Gioconda realizada en el taller de Leonardo al mismo tiempo que el original. Los expertos se preguntan: ¿Quién la hizo? ¿Para qué se hizo esta copia? ¿Por qué una simple copia se elaboró con los materiales de mejor calidad que existían en la época? ¿Qué sentido tenía hacer un copiado de un retrato de un personaje anónimo? La respuesta es fácil pero sorprendente, no era un personaje anónimo, era la mujer más importante de la época. El gran Leonardo da Vinci sabía que el secreto mejor guardado es el que está a la vista de todos. Pero también quería que algún día se descubriera la verdad sobre la identidad del personaje y los motivos del ocultamiento. El secreto de una extraña ecuación que el lector descubrirá en esta novela, 500 años después de ser formulada