Mediante un análisis del capítulo «Pueblos y patrias» (§§ 240-256) de Más allá del bien y del mal, pretendo poner de manifiesto la manera en que Nietzsche lleva a término su crítica al nacionalismo como algo opuesto a la unidad europea, asumiendo como referencia la música alemana, especialmente la wagneriana, la cual, en este caso, contiene una cosmovisión basada en un ideal de formación (Bildung) prácticamente inexistente en la Alemania contemporánea del filósofo. De este modo pretendo enfatizar el hecho de que la política no puede ser tomada como una metáfora para describir «estados del alma», sino que debe ser entendida en su dimensión real.