Se suele decir que para Nietzsche la verdad no existe, con lo que se le hace pasar por patrón de esa especie de relativismo absoluto tan extendida hoy por la geografía de nuestras instituciones de enseñanza. Lo que aquí pretendo mostrar y demostrar es que eso es falso: Nietzsche critica y desmonta la concepción tradicional de la verdad, la idea de que alcanzamos con nuestro saber la realidad tal cual es, pero lo hace precisamente para caracterizar mejor qué es lo que propiamente hacemos cuando creemos apropiarnos de la verdad. Y eso que hacemos es la verdad verdaderamente humana.