Se indaga en la sociogénesis de un campo profesional y académico prácticamente recién nacido y, aún hoy, muy precariamente existente: el de la didáctica de las Ciencias Sociales. El texto profundiza en las relaciones de saber-poder instituidas a través de los textos, contextos y agentes que, entre 1900 y 1970, le fueron dotando de vida y significado. Desentrañar la forja sería algo así como buscar el genoma, la matriz práctico-discursiva, de una profesión que depara no pocas sorpresas al historiador genealogista.