-Prólogo de Gabriela Ybarra-
La joven Kambili, de quince años, y su hermano mayor Jaja llevan una vida privilegiada en la ciudad de Enugu. Viven en una hermosa casa y frecuentan un elitista colegio religioso, pero su vida familiar dista mucho de ser armoniosa. Su padre, un poderoso y respetado hombre de negocios, es un fanático católico que alienta expectativas de cariño imposibles de cumplir. Cuando los jóvenes visitan durante unos días a la cariñosa y atrevida tía Ifeoma en su humilde apartamento, descubren un mundo totalmente nuevo: el rico olor a curry que inunda el lugar, las continuas risas de sus primos, las flores exuberantes, la calidez, el respeto a las ideas, la libertad, el amor y la ausencia de castigos. Al regresar a su hogar, transformados por la libertad conquistada, la tensión familiar crece de forma alarmante.
En La flor púrpura oímos la voz de una juventud que rechaza las prohibiciones que se ciernen sobre su vida y que ahogan a su pueblo. Un relato tierno, sereno y conmovedor sobre los lazos familiares, la pasión de la adolescencia y la represión, y que trasciende el paisaje de una Nigeria convulsa para cobrar un cariz universal.
Esta novela pertenece al #FondoDeEditor de Literatura RandomHouse
«Un relato embriagador sobre la pérdida de la inocencia de una joven nigeriana en una región asolada por la brutalidad política, la brujería y la religión. Nunca África había resultado tan universal.»
Sigue la conversación con el editor en @claudiothelopez
Reseñas:
«La historia sensible y conmovedora de una niña expuesta demasiado pronto a la intolerancia y a la cara más horrible del estado de Nigera.»
J.M. Coetze
«Adichie está configurando la historia de su país. Es afortunada, y nosotros, sus lectores, lo somos aún más.»
Edmund White
«He aquí una nueva escritora dotada con la habilidad de los antiguos contadores de historias.»
Chinua Achebe
« La flor púrpura es una novela con una inteligencia y candor especial, que se lee con desgarro y alegría.»
Babelia
«Un libro imprescindible, como todos los suyos, y donde encontramos exactamente la misma magia que hace de cada uno de sus personajes de papel seres de carne y hueso, naturales, creíbles, 100% veraces.»
Librópatas