Decía Péguy, que la Encarnación es la única historia interesante que ha sucedido jamás. Él se convirtió en un loco enamorado de Jesucristo cuando lo descubrió. A muchos les ha pasado igual, y otros llevan todavía una vida errante, sin rumbo, sin meta, sin ilusión, sin alegría, sencillamente porque no conocen a Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios hecho hombre como nosotros para enseñarnos a vivir según la Voluntad del Padre. La vida de Jesús debe ser conocida, y su doctrina asumida con gozo.