En una ciudad mediterránea del sur de España, a finales del siglo XX, con un lenguaje juvenil, como sus personajes, situados en un tiempo y unas circunstancias similares a las de esta primera década del siglo XXI, esta novela de denuncia social, se centra en la narración dialogada de un yo testigo y narrador-protagonista(Daniel Quesada España) que trata de ser un yo personal y sociológico, ya que narra la crisis social y política, cultural y espiritual, moral y económica, fruto del terrorismo nacionalista comunista y del terrorismo de estado socialista, de la corrupción política y de un paro inhumano, de una España que salía de la transición democrática, y ahora en el siglo XXI, sigue caminando hacia el hundimiento institucional, social, económica, cultural, espiritual y política, ya pergeñado desde finales del siglo XX con la falsificación de la Constitución Española de 1978.
Una fecha emblemática marca un período de crisis y negrura en España: la de 1992, con dos acontecimientos: la Exposición Universal de Sevilla (la Expo-92) y las Olimpiadas de Barcelona. A partir de estos boatos de la mentira, comienza una crisis, que, en estos inicios del siglo XXI, vuelve a aparecer en un panorama mediático- político similar e incluso más peligroso que el de la década de 1980 y 1990. No habernos fijado en los errores de nuestra Historia lejana, y ya no digamos en los de nuestra Historia más reciente, nos hubiera evitado imitarlos y no hundirnos en una crisis prevista, nos hubiera librado de una situación actual que puede ser mucho más catastrófica, para nuestra fallida convivencia constitucional y democrática.
Estamos en una democracia fallida, ya que no se ha desarrollado una democracia participativa y representativa, pues, las ideologías en el poder, de modo especial el socialismo y los nacionalismos radicales, y la pasividad y cobardía del centro derecha conservador y liberal, han hundido a varias generaciones de jóvenes, a lo largo de más de treinta años de democracia formal totalitaria, en la apatía y la irresponsabilidad, en el paro crónico y la subvención, en la incredulidad y la incultura, en el hedonismo y el consumismo compulsivo, en el asfixiante paternalismo estatalista y en el amoralismo.
Novela de denuncia sociológica, donde los personajes juveniles de un tiempo en decadencia y crisis (finales del siglo XX) que viene a ser una fotocopia en blanco y negro del actual tiempo de decadencia y crisis (inicios del siglo XXI). Tiempos de decadencia y crisis, como los personajes de la novela, pero hasta estos tiempos tienen el deber y el derecho de ser novelados, al margen de las tendencias novelísticas actuales del escapismo histórico, del escapismo del terror macabro y del escapismo de las negras intrigas policíacas.