Una de las frases que más escucha un padre tras la muerte de su hijo es «no tengo palabras». El mundo entero se queda sin palabras de consuelo allí donde los lugares comunes suenan a insulto. Pero Sergio del Molino sí que tenía palabras. De hecho, solo tenía palabras, las que forman esta historia de amor titulada La hora violeta. Este libro narra un año de la vida de su hijo Pablo, desde que fue diagnosticado de un raro y grave tipo de leucemia hasta su muerte. La hora violeta no es solo una apasionada carta de amor de un padre a su hijo, sino la historia de una búsqueda: la de un término que nombre a los «padres huérfanos». Hay tan pocas palabras de consuelo disponibles que el idioma se ha olvidado incluso de reservar un sustantivo para quienes ven morir a sus hijos. Del Molino expresa sin medias tintas la frustración y la angustia de un padre sin incidir en descripciones sensacionalistas del sufrimiento de su hijo. El resultado son unas emocionantes memorias que trascienden la muerte del niño al que están dedicadas.