En el ámbito misterioso de las selvas mayas, se entrelazan la guerra y el sexo, lo atroz, lo cómico y lo poético, lo histórico y lo íntimo , para configurar el todo único que es la experiencia vital. La novela de aventuras la novela erótica, la novela bélica y la novela histórica se fusionan en una dinámica de acción unitaria en la que los distintos registros narrativos se potencian unos a otros. Así , en la obra, la opción por lo aventurero responde (en contra del anclaje en la cotidianidad) a la postulación de la lucha peligrosa por la conquista del tesoro de la integridad del propio yo; la crudeza (sin retroceder ante lo pornográfico) en exposiciones eróticas responde a la concepción del erotismo como área privilegiada para el encuentro y la fusión de lo estético, lo intelectivo, lo emocional y lo sensual; y las peripecias bélicas sitúan la vivencia personal en el ámbito de lo épico. Con todo ello, la historia (respetada en cuanto a datos pero completamente trascendida por el desarrollo narrativo) no es, en la novela, un marco para la acción, sino una experiencia de vida.