Tres son los temas que se han querido subrayar fundamentalmente en el ciclo de conferencias: primero, la importancia del imperio español en los siglos modernos, uno de los sólo dos, con el inglés posterior, que han alcanzado unas dimensiones e influjo mundiales, así cómo la referencia a las amenazas a que se enfrentó hasta su derrumbe con la Independencia. Hispanoamérica. Segundo, el volumen económico extraordinario y proyecciones posibles de ese tesoro submarino, transportado bajo pabellón español, y al que nuestro país tiene indiscutibles derechos de participación, que debe hacer valer con diligencia y energía. Tercero, recordar a los españoles de hoy la formidable obra civilizadora y constructora de un continente llevada a cabo por sus antepasados durante los trescientos años de la Edad Moderna, que no tiene parangón con la realizada por ninguna otra nación colonizadora, salvo Roma, y que ha ensanchado de modo decisivo las fronteras del pequeño mundo europeo y de la cultura occidental en el planeta