...Un día recibí la visita de mi viejo colono Kadir. Venía a hablarme de su hija Zanira, llamadala Única por su extraordinaria belleza, no superada ni aun igualada por ninguna de las hermosas mujeres de Ted-Diara, con ser ésta tan famosa comarca, que más que en ninguna otra abundan los poetas nobles, los paisajes maravillosos y las mujeres graciosas.
La pretensión de Kadir era ofrecerme a su hija, que debía gozar de las primeras embestidas del amor entre mis brazos, bajo la tenue fulguración de mis pupilas desfallecidas.
Tengo yo entre mis servidores fama de hombre apasionado.
De todas mis esclavas, sólo Myda, por su excesiva juventud, permanece intacta en su rica y espléndida virginidad.
Pero ya gusta de ciertos juegos amorosos, que no son, sin embargo, lo definitivo en el amor. Myda tiene unas manos ágiles y blancas y unos labios golosos y suaves.
En la portentosa virilidad de Dary - portentosa e inagotable, a pesar de sus pocos años- ha bebido más de una vez el elixir medular de los placeres bárbaramente divinos.
Yo gozo con el espectáculo de esos peligrosos delirios. Se pone Dary muy gracioso cuando ya va acercándose el momento culminante. Tiembla y se encoge como un pajarillo indefenso bajo las duras e implacables garras del gavilán hambriento.
Kadir me ha hablado de su hija con exaltación, apasionadamente. Me ha obligado a aceptar un viaje a Ted-Diara sólo para conocerla antes de que ella venga a mi palacio. Debía sorprenderla una tarde a la hora del haman en el Huerto de los granados, entre las rojas flores prodigiosas.
Yo he ofrecido a mi colono complacerlo, porque a la vez me complazco a mí mismo.
Me ha dicho que Zanira es bella como un sueño eterno. Y que la ama Berky, el hijo de Dairo, de la noble familia de los Karán, príncipes famosos e invencibles en el amor y la guerra.
Berky es poeta y músico. También recita parábolas entre los jóvenes de Ted-Diara. Su elocuencia tiene admirados a los sabios y a las mujeres, que suspiran por él de amor y de deseo, entre los refinamientos y las voluptuosidades de sus harenes de ensueño.
Ignora si será correspondido por Zanira. Porque Zanira es algo tímida, de carácter hermético, un poco salvaje.
Emprendimos el viaje a Ted-Diara una noche de luna. Nos acompañan Hari y Belarka, mis dos fieles e incondicionales esclavos.
Kadir y yo íbamos en vanguardia en nuestros dromedarios. A muy poca distancia nos siguen Belarka y Hari en los suyos.
Los caminos de Indur a Ted-Diara son amplios, pintorescos y divinamente floridos.
Me siento feliz esta noche, con una felicidad serena y augusta, como el paisaje, como el cielo, como el mar.
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