Yo, que en otro tiempo modulé mis cantos al son de humilde caramillo, y luego, saliendo de las selvas, hice que los campos vecinos obedeciesen los deseos del codicioso labrador grato trabajo para los agricultores, ofrezco ahora mis versos al terrible Marte.
Así de sencillos, así de hermosos, son los primero versos de la Eneida.
Inspirado en Homero(en los seis primeros cantos a La Odisea y en los seis últimos a La Ilíada) y a la leyenda del príncipe Eneas, este poema didáctico desarrolla la gran epopeya de la fundación de Roma, la apoteosis del Imperio.
De este modo, Virgilio (70-19 a.C.), agricultor y poeta, quería ahondar en el alma de los italianos, hablándoles de la tierra con la ternura y la fuerza incontenibles de sus versos.