Estamos en un momento muy importante para replantearse cuestiones de índole académica y disciplinar de las materias que forman parte de los Estudios Superiores. La implantación de los planes pilotos en orden a la Convergencia Europea es algo más que un cambio de imagen. Implica una nueva orientación en todas las disciplinas, pero de modo más exigente en las que tienen un enfoque socioeducativo. El discurso de la Pedagogía Social, como ámbito de conocimiento que aspira a la "exclusividad cognitiva" para dar razón de ser de la profesión de los Educadores Sociales, tiene que ser profunda y rigurosamente articulado en torno a criterios competenciales. Lo cual implica no sólo pensar en la formación bajo una lógica disciplinar, que lleva al "especialista", sino que es necesario también construir la disciplina en torno a las prácticas profesionales y a los perfiles socializadores que deben adquirir los alumnos, como futuros educadores sociales.