Su objetivo final es una ciudadanía educada que comprenda el mundo físico, el mundo biológico y el mundo social, y que sepa aplicar esta comprensión a su mundo personal, social y cultural.
Lejos de la mentalidad basada en los contenidos y la experimentación que se ha apoderado tanto de los ciudadanos como de los legisladores, la educación que propone Gardner ayudará a las generaciones más jóvenes a aceptar los desafíos del futuro, conservando al mismo tiempo las metas tradicionales de una educación «humana».