En los textos de Manolo se oyen las historias de las víctimas en los centros de menores, de las gentes más castigadas de las barriadas Juan Canet de Mérida o Suerte de Saavedra de Badajoz; se oye el testimonio de Pilar, una vecina en paro de un pueblo de Extremadura decidida a encontrar un enganche de luz para sostener a su familia después de que Acciona se la cortara; o la historia de Frans Rilles, el trabajador inmigrante boliviano cuyo brazo amputado por la maquinaria de la panificadora en la que trabajaba ilegalmente fue tirado a un contenedor por su patrón, que solo a condición de que no dijera nada accedió a llevarle no más allá de la puerta del hospital. En estos textos se oyen las proclamas, a voz en grito, de los estudiantes contra Bolonia, del 15M y de las luchas obreras de los últimos años, para que puedan ser escuchadas por quienes solo le han cogido el tono a la refinada voz de clase media indignada.
JUAN ANDRADE