Este ensayo es un primer análisis ?incipiente pero profundo y honesto? de los típicos problemas organizativos que pueden poner en peligro las entidades carismáticas, con el deseo de ayudar a reconocer los primeros signos sutiles de decadencia para actuar cuando el proceso aún es reversible.
Una comunidad o un movimiento carismático está vivo mientras pone a sus seguidores en las condiciones de embellecer, remodelar y reformar el edificio: de ejercer lo que el economista Schumpeter llamaba «destrucción creadora». Los movimientos carismáticos que perduran son los que cultivan la biodiversidad en su seno, mientras que las entidades monolíticas y compactas tienen una vida breve.