Todos conocemos de cerca los síntomas de la depresión: desesperación y sentimiento de soledad. Como un virus contagioso, destruye matrimonios, familias, entornos de trabajo y comunidades. Y si bien todos los esfuerzos por combatirla se centran en el factor biológico, ni el más sofisticado medicamento es capaz de reparar o proteger nuestras relaciones de sus efectos devastadores. Afortunadamente, las técnicas descritas por el doctor en psicología Michael D. Yapko sí pueden.
Revolucionaria y eminentemente práctica, la obra del doctor Yapko incide, por primera vez, en el factor social de este trastorno que, según la OMS, alcanza ya las proporciones de una epidemia. Identificando las pautas de relación que desembocan en pensamientos, sentimientos y actuaciones destructivos, ofrece inteligentes estrategias para transformarlas en un entorno positivo capaz de reforzar nuestra autoestima y bienestar.
La depresión es contagiosa constituye hoy una receta singular e indispensable no sólo para curar el gran mal de nuestra época; también para prevenirlo.