Europa hunde sus raíces en una fusión de cuatro elementos que han configurado su identidad: helenismo, romanismo, germanismo o eslavismo y cristianismo. Sobre ellos ha sustentado el mensaje que ha transmitido al resto de la humanidad y que ha dado origen a la civilización occidental, principalmente al proyectarse hacia América. Sin embargo, desde un cierto momento histórico comenzó a producirse una alteración progresiva con respecto a sus fundamentos y, a consecuencia de ella, en nuestro tiempo nos encontramos ante una verdadera crisis de civilización que amenaza con el mismo ocaso de ésta. ¿Sucumbirá finalmente o hay lugar para la esperanza?