Argumento de La Crisis de Dios Hoy
Encuadernación: Rústica con solapas.
Colección: Expresar teológico
Cuando abordamos el ateísmo nos debemos preguntar: pero, ¿ateos... de qué Ser Supremo? ¡No olvidemos que a los primeros seguidores de Jesús los acusaron, con razón, de «a-teos» de los dioses del Imperio! Ahora, cuando hablamos de la falta de fe en una divinidad, nos tenemos que cuestionar: ¿quién, qué, cual es la divinidad en la que creemos?
Lo que ha entrado en declive es ese Ser diferente (Ch. Duquoc), kenótico y compasivo, identificado con el sufrimiento humano, con los pobres y excluidos, no la divinidad de los salones. Más allá del aparente revival de lo religioso, es un Ser que pone en declive a la humanidad y a la propia religión, como las ponen los injusticiados de este mundo. A un creyente cercano al mundo de la exclusión no le preocupa el ocaso de una religión de la abundancia que se mantiene «de espalda a los pobres».1