Dorothee Sölle terminó en 1997 el que para ella fue el más importante de sus libros, y su preferido, Mística y resistencia. Le costó desprenderse del manuscrito, pues en su opinión faltaba un capítulo: la mística de la muerte. Las muchas conferencias y viajes a los que estaba comprometida le impidieron ponerse a trabajar sobre ello en aquel mismo momento. Algunos años después retomó el tema, y hasta el último día de su vida estuvo trabajando en él. Escribió las últimas líneas de este libro dos días antes de su muerte. Es el libro de una persona cansada. Durante toda la vida le había sido fácil escribir. En esta ocasión le resultó difícil redactar cada línea. No era tan sólo debido a la dificultad que conlleva la composición de un libro. Se trataba de su confrontación con la finitud y la muerte, de su preparación para la muerte.
Quien lee este libro percibe que su mano estaba cansada. No lo estaba, sin embargo, su maravillosa y furiosa pasión por la vida.
Dorothee Sölle, una de las principales figuras de la teología europea, nació en Alemania en 1929, en una familia protestante de clase media que protegió a numerosos judíos du-rante el nazismo, y falleció el 27 de abril de 2003. Pensadora incisiva, mística, poeta y activista, creía firmemente en la laicidad del Estado, y que la fe y la teología son in-se-parables de un compromiso práctico contra la injusticia en el mundo.