Esta primera novela de Aïcha Lemsine, fue publicada en su primera edición, en francés, en 1976 con una excelente acogida del público y de la crítica. A pesar de ser la primera obra de Lemsine, 'La crisálida' es fundamental para entender la situación de las mujeres en Argelia en el siglo XX y un elemento importante dentro del universo literario de su autora, comprometida siempre con los derechos humanos y con la situación de la mujer árabe. Lemsine ha sido una de las primeras mujeres musulmanas en atreverse a criticar los excesos de la región y los de la manipulación política, lo que le ha valido la marginación y la censura en Argelia, en donde llegó a ser calificada como "la mujer más peligrosa entre comunistas y feministas de Argelia", por lo que, perseguida, tuvo que refugiarse en España de la mano del PEN Club en 1995. La Crisálida, subtitulada por su autora como 'Crónicas argelinas', nos adentra en la historia de ese país mediterráneo en la época que envuelve la revolución y la independencia del país argelino, desengañado por una metrópoli colonizadora que había perdido su prestigio al colaborar con el régimen nazi y que había desasistido a su colonia. La novela ofrece a sus lectores una visión hermosa y apasionante de un grupo humano ligado a la tierra, y a una religión fundamentalmente conservadora de la tradición. En este marco, los grandes protagonistas son los personajes femeninos, Khadidja y Faïza, representan dos hitos y dos concepciones hacia la libertad de la mujer, que en ese país, al comienzo de la narracción, se encontraba relegada al ámbito doméstico, no recibía ninguna educación y tampoco acudía a la escuela coránica, ya que "el Corán les otorga derechos que la costumbre les rehúsa", como afirma Germaine Tillion, una de las más destacadas estudiosas de las costumbres de la Kabilia