Sin duda vivimos en un espacio caracterizado por la pluralidad de intereses, lenguas, costumbres, ideas y creencias. Pero a nadie se le escapan nuestros lazos comunes. Esa pluralidad y esos vínculos se manifiestan en la diversidad de enfoques sobre cómo hemos de tratar con unas y otros, qué criterios de justicia deben presidirlos, qué exije el reconocimiento de la diferencia y qué forma ha de tener la convivencia del conjunto, así como cuáles son sus expresiones de solidaridad hacia fuera y hacia dentro, etc.