La producción literaria de Yeats se puede ver como un todo orgánico, como una sola obra de arte, unida a través de tópicos e imágenes que dan cuenta de una mirada holística del mundo, de la vida, del arte y de la historia. En el contexto de una Irlanda que lucha por su independencia de Inglaterra, Yeats va a desarrollar un intenso sentimiento patriótico hacia su país natal, que se pondrá de manifiesto especialmente en su producción dramática, cuya calidad artística y fuerza innovadora dieron lugar al movimiento que pasó a llamarse renacimiento literario irlandés. Las cuatro obras aquí reunidas, publicadas entre 1892 y 1926, son el resultado de un intenso trabajo modernista que busca construir una identidad literaria irlandesa, recurriendo no sólo a mitos y leyendas celtas sino también a elementos del teatro noh japonés.