Comunicarse es mucho más que hablar. Se precisa voluntad de entendimiento y empatía. Estamos en la era de la comunicación y, paradójicamente, existen aún graves problemas de entendimiento entre personas, estructuras sociales, culturas y países.
Hay quienes siguen empeñados en condicionar y manipular la opinión pública y personal, confundiendo tales hechos con la comunicación. Pero la comunicación integral sólo se da en un ámbito de respeto, reconocimiento mutuo y libertad.
¿Estamos en condiciones de dar los pasos adecuados para construir ese mundo mejor que todos añoramos? ¿Cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles en el ámbito de la comunicación?
En este libro se plantean respuestas, explicaciones y propuestas de entrenamiento práctico para superar lo que desde el origen de los tiempos enfrentó a los seres humanos entre sí.