Argumento de La Compañía del Ferrocarril de Langreo en Asturias. Estaciones e Infraestructuras (1846-1972)
La puesta en servicio del Ferrocarril de Langreo en 1852 señaló de un modo simbólico la entrada de Asturias en el mundo contemporáneo. Especialistas en otros campos han estudiado la importancia de este acontecimiento para la economía regional, para el desarrollo urbanístico de las localidades próximas a la línea o para el puerto marítimo gijonés. Este libro trata sobre las construcciones realizadas por esta compañía ferroviaria durante su larga trayectoria.
Los trabajos precedentes sobre arquitectura ferroviaria en España centran su atención en las magnas terminales o estaciones de primer orden de las grandes líneas del país, y dentro de estas se concede preferencia a la novedad tecnológica constituida por las airosas cubiertas en hierro y cristal, verdaderas estrellas de esta arquitectura. ¿Qué interés pueden tener entonces las pequeñas estaciones de una línea de alcance meramente regional? Pensamos que sí importan dada la trascendencia del ferrocarril en la historia reciente de Asturias, historia desarrollada en ese marco de pequeñas estaciones, de almacenes anónimos y viviendas modestas para los empleados, de depósitos de agua y cabinas de agujas. El interés por esta arquitectura ferroviaria, al margen de sus posibles valores estéticos, procede de una sensación de urgencia ante la política de arrasamiento de estos enclaves. La situación actual en Asturias recuerda lo acontecido en países que afrontaron primero la reconversión motivada por la crisis de la industria tradicional basada en el carbón y el hierro. La abundancia de activos ociosos, testimonios de un esplendor ya pasado, parece llevar inevitablemente a su derribo por la incapacidad económica y mental para gestionar ese patrimonio. El ferrocarril, con su amplia implantación en el área de mayor actividad productiva, se presenta como una víctima más en ese proceso de eliminación intencionada de los testimonios arquitectónicos «sobrantes». Contra esa avidez demoledora quisimos, al menos, dejar testimonio escrito de un paisaje histórico en trance de acelerada desaparición.0