En el Omniverso, Titus Quinn ha forjado una endeble paz con los lores tarig. La capacidad destructora del arma nanotecnológica que tiene en su poder garantiza que la tensión disminuya, pero todo es una farsa. Quinn ha arrojado el arma a las aguas del Próximo, y al hacerlo ha allanado el camino para un enemigo que no preveía: las gentes de la Rosa. Un pequeño equipo liderado por Helice Maki está decidido a apoderarse del Omniverso y dejar la Tierra sumida en el caos. La transformación de la Tierra comenzará en las profundidades de un desierto, y arrasará las vidas de sus habitantes. Es, sin duda, la conspiración definitiva.